Escucho de vez en cuando Radio Olé. Es interesante contar con una emisora que sólo programa música racial en español (copla, flamenco, flamenquito, sevillanas,...). Sirve bien de música de fondo para cocinar los sábados o los domingos por la mañana, cuando la programación de las emisoras convencionales fluye por senderos que no me interesan demasiado.
Pero lo más curioso de esta emisora sucede los días de diario a primera hora. Ahí, sólo la escucho en contadas ocasiones cuando Onda Cero (Carlos Herrera) hace las desconexiones locales o se enfrasca en abundante publicidad. Es entonces donde, en Radio Olé, aparece lo más cañí y esperténtico de este país nuestro.
Resulta que tienen un programa que hace sonar los "sonajeros" (algunos también los llaman "cascabeles") para que se cumplan los deseos de la gente. Hay quien llama para que su marido o su esposa recuperen su salud, otros para que el hijo apruebe, para que la hermana se quede embarazada, para aprobar una oposión, para que salga bien la exposición de un trabajo en una clase de la ESO,... Y muchos de ellos llaman diciendo que lo hacen con mucha fe porque saben que da resultado.
Lo que antes eran oraciones o novenas, plegarias sentidas, hoy son cascabeleos de sonajeros a las ocho y veinte de la mañana. Tenía razón quien decía que cuando se pierde la fe en la religión verdadera, cualquier superstición acaba convertida en religión.
Y todos esos también votan...
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4 comentarios:
Me gusta que vuelvas por estos lares. No todo en la vida van a ser lidias y leyes.
Un abrazo virtual.
Muchas gracias, alelo.
Un placer verle a usted también por aquí y por sus fueros.
Esto es la falta de confesores.
Pero, ¿y la cantidad de tarotistas que han sustituido a los confesores...?
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