domingo, 18 de mayo de 2008

A vueltas con los funcionarios... en Extremadura

En una de las primeras entradas de este blog ya hablé de funcionarios. En estas fechas, me cuesta actualizarlo como me gustaría, pero sigo anotando cosas para futuras entradas.

De momento, otra ración de funcionarios. Y no por obsesión, sino porque creo que o cambiamos los valores de quienes acceden al mercado de trabajo o no hay economía que resista ciertas cifras.

Esta mañana, leyendo la prensa regional de Extremadura (diario Hoy) me he encontrado con una noticia que advertía que en Extremadura, casi uno de cada cuatro trabajadores era funcionario. En concreto, el 22% de los ocupados.

He buscado datos en las páginas web del Ministerio de Administraciones Públicas y del Instituto Nacional de Estadística y he comparado este porcentaje con el de otras Comunidades. He elegido Andalucía, Madrid y Valencia. Los datos pueden no ser del todo correctos porque no he comprobado que todos ellos estén cerrados a la misma fecha, pero creo que dan una idea aproximada de lo que estamos hablando.

En Extremadura, la tasa de ocupación es del 52'84% y el porcentaje de funcionarios respecto a la población total ocupada del 22%.

En Andalucía, la tasa de ocupación es del 57'14% y los funcionarios son el 15% de los ocupados.

En la Comunidad de Valencia, hay una tasa de ocupación del 60'97%, y sólo el 10% de los ocupados son funcionarios.

En la Comunidad de Madrid, la tasa de ocupación es del 63'83% y son funcionarios el 13% de los ocupados.

A partir de aquí, uno puede analizar la aportación al PIB nacional, la renta per cápita de los ciudadanos en cada una de las comunidades,... Y me temo que en todas estas estadísticas en Extremadura estaremos a la cola.

Razones no nos faltan, pues, para oponernos a la publicación de las balanzas fiscales. Como tampoco nos faltan para quejarnos de olvidos seculares y de deudas históricas pendientes.

Pero hay más que eso. O alguien empieza a decirle a la gente que tiene que comer de lo que trabaje y produzca y no de lo trabajen y produzcan otros, o vamos de cráneo.

Una sociedad en la que la máxima aspiración de sus ciudadanos es trabajar en la función pública, y en la que el 41% de la población (52'84% de ocupados y 78'8% que no son funcionarios) tienen que trabajar para mantener al restante 59% es una sociedad con serios problemas de crecimiento y redistribución. (Teniendo en cuenta, además, que el 52'84% es más de lo que representan los trabajadores respecto a la población total).

Si además calculáramos la renta media de los que trabajan, nos sorprendería lo poco que hay para distribuir.

Y esto no es un problema de ambición, liberalismo salvaje o falta de solidaridad de unas comunidades con otras. Es un problema de una cierta responsabilidad individual y colectiva en el futuro personal y de la tierra en la que uno vive.

Responsabilidad en la que el máximo ejemplo deberían darlo los políticos. Precisamente los que menos lo hacen y más se aprovechan de esta situación.

11 comentarios:

alelo dijo...

Uno de cada cuatro, funcionario. Uno de cada cuatro, jubilado. Uno de cada cuatro, parado. ¿Qué pasa! Es que sólo trabajo yo.

Y no me digas que tú también trabajas porque entonces o no cuadra o tenemos que rehacer la estadística.

Vale, la voy a rehacer.

Uno de cada cinco...

alelo dijo...

El Es que sólo trabajo yo está mal. Quería decir preguntando interrogantemente ¿¿¿Es que sólo trabajo yo???

alelo dijo...

... por aclarar.

Anónimo dijo...

El médico al que vas cuando esás enfermo tú, y también quien no tiene dinero. El profesor de la escuela pública que enseña a los hijos de inmigrantes que no aceptan en la concertada. El jardinero que cuida las rosas del parque por el que paseas. El operario que repara los baches en la carretera por el que pasa tu coche. El oficinista que cuida de que todos paguemos nuestros impuestos. La auxiliar de enfermería que cambia el pañal a mi abuela.
Todos a la puta calle, que no son productivos.

Carlos Blay

José María JURADO dijo...

"
Todos a la puta calle, que no son productivos.

Carlos Blay
"
No es correcto: ni el médico, ni el profesor, ni el jardinero, ni el oficinista, ni el operario, ni la auxiliar de enfermería deberían ir a la calle, ni creo que Lorenzo haya dicho eso... es demagogia verlo así, su función no les confiere caracter sagrado, sólo si lo hacen eficientemente, esto es, con productividad social que, lamentablemente, no se da, lo que lleva a la hipertrofia de las funciones, de los órganos en que se agrupan y a un incremento de la oferta de empleo público contraria a la tarea emprendadedora de la sociedad, que acaba delegando las más infímas tareas, por precios irrisorios, por ejemplo a los inmigrantes.

Y así tenemos la sociedad subvencionada del bienetar funcional y la sociedad esclavizada de la productividad a destajo.

Como en la educación: la rebaja del nivel comporta la ruptura del principio de igualdad de oportunidades.

El exceso de funciones públicas y, sobre todo, el rechazo de ciertas tareas por la sociedad, crea una fractura insalvable, una tremenda desigualdad.

Las rosas las riega el jardinero, pero las abona el marroquino...














el 22% de la población activa no

Anónimo dijo...

Un poco de demagogia sí que veo en tus palabras, Carlos.

Creo que no sobran médicos (es más, faltan, y bastantes), pero sí funcionarios, asesores y técnicos varios del Ministerio y Consejerías de Sanidad (educadores de orientación sexual, facilitadores del aborto, practicantes de la eutanasia, gente que dice cómo tenemos que vivir,...).

No faltan profesores ni cobran mucho. Mucho más deberían cobrar. Pero sobran pedadogos, apoyos sociales, orientadores educativos, personal de apoyo, profesores de gimnasia, de educación para la ciudadanía y mangancias diversas.

Y sobran todos los funcionarios relacionados con la cultura (que debe ser algo que nace del pueblo y se mantiene si éste es capaz de mantenerlo), sobran las ubvenciones a los partidos políticos, sobran todos los asesores de los políticos, todos los chófers oficinales, todos los que forman parte de organismos varios que no dan servicio directo a los ciudadanos,... Toda la parafernalia creada para gente que no hace nada. Que da subvenciones, regalías, edita libros, convoca concursos, facilita honores, asciende a los amigos,...

Anónimo dijo...

Vaya, cuánto tiempo sin pasar por tu blog. Y yo perdiéndome la polémica. Pues sí, sobran muchos incompetentes que, además, lo serán de por vida y faltan los competentes, gente con talento, productiva, como tenemos que serlo los demás en nuestros puestos de trabajo, y eficaces. Y tienes razón cuando dices que sobran "mangancias diversas" (jo, y yo sin saber que mangancia es un vocablo reconocido por la RAE). Lo que no apruebo es tu listado de mangancias, donde veo excesos y faltas. Conociéndome como me conoces seguramente ya imaginarás.

P.D: ¿Cuándo termina la temporada de toros?

Anónimo dijo...

Perdón, que no firmé el comentario anterior. María al aparato.

alelo dijo...

¿Qué pasa! Ya no hay ninguna razón para este sinsentido. Escribe algo, cohone. Sí, ya sabes, aunque sea mentira...

¡Tanto toro, tanto toro... y la plaza a medio "llená"!

Anónimo dijo...

Siento corregirte... no es la tasa de ocupación la que es en Extremadura del 52%, sino la tasa de actividad, que incluye también a los desempleados. De modo que somos todavía menos los que trabajamos en esta región. Sorry.

Anónimo dijo...

Saludos, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!