Un potaje de vigilia es una provocación y un interrogante: ¿cómo es posible sin añadir carne al deseo conseguir una mezcla untuosa, humeante, con todo su sabor?
Desde la tranquilidad de este pequeño rincón, reflexionaremos con sosiego sobre cuestiones que ocupan más o menos páginas en los periódicos y a las que también se puede dar otro enfoque.
Y como regalo, apuntes de las aficiones del autor.
1 comentario:
Con bacalao, según se sabe.
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