sábado, 12 de abril de 2008

Federico y Herrera: la paradoja de la mañana (I)

Desde hace muchos años escucho diariamente la radio. Recuerdo cuando, adolescente, seguía los programas de Hermida en la incipiente Antena 3, las historias de Garci, los debates, la información,… Y por la tarde, las geniales tertulias dirigidas por Miguel Ángel García Juez, con Luis Ángel de la Viuda, Ortuño, Carandell y Pumares. Con ellos, se me despertó el interés por la política desde una mirada crítica, escéptica y nada crispada. Muy diferente, pues, del frentismo que uno escucha ahora en casi cualquier espacio del dial.

Luego vinieron Antonio Herrero por la mañana, Balbín por la noche y García de madrugada (éste último, interesante sólo, para mí, cuando no hablaba de deporte).

Con la maniobra de destrucción de Antena 3, mis devociones se repartieron entre la COPE y Radio Nacional (lo de que no haya anuncios es una delicia). En ésta última, hubo unos años, hasta el 2004, unos debates nocturnos de lo más interesantes que, además, permitían escuchar noticias después de las 00:00h., cuando todas las demás emisoras se pasaban a los deportes.

Ahora, sólo puedo escuchar la radio al levantarme, cuando me acompaña en los cinco minutos de personal enfrentamiento matutino entre el deber y la pereza y por la noche cuando, ya reventado, me preparo una cena contundente mientras escucho opiniones diversas sobre las últimas estupideces de los políticos.

¡Qué lejos estas tertulias de aquellas de los ochenta! No sé si es que la sociedad ha cambiado mucho y ya no le interesan debates de altura o si es que nuestros políticos dejan poco margen para intelectualidades. Me temo que haya un poco de ambas cosas. Y que cada año vamos a peor.

Aunque siempre hay elementos curiosos para la reflexión. Como la extraña paradoja de Federico Jiménez Losanto y Carlos Herrera. Pero eso es ya parte de otra historia…

3 comentarios:

alelo dijo...

No hay tertulias buenas porque no hay diversidad de tertulianos. Todos soplan a babor o a estribor, según el ideario de cabecera de la cadena. En las de antena 3 con Antonio Herrero no pasaba eso. La diversidad les hizo grandes. Todavía recuerdo a un tal Justo, de Ugt, un canario que se "pegaba", con las palabras, con quien fuera por defender unas ideas que casi nunca eran defendidas ni entendidas por ninguno de los otros tertulianos. Y sin embargo era enriquecedor escucharle y escucharlos.

Adiós.

José María JURADO dijo...

Aunque escorado a Babor, a mí también me gustaba mucho la voz de Carlos Llamas.

Herrero me daba taquicardia por la mañana, lo mismo que Losantos.

Prefiero Radio Clásica, que tampoco tiene anuncios.

Anónimo dijo...

En 1992......¿Hubo antenicidio?